A eso de las 2 de la mañana, cuando el cuerpo ha entregado casi hasta el último aliento y a la gente le han dado jabón del bueno y no precisamente para ducharse, y mientras el Misterio efectua las maniobras pertinentes de encarar la puerta de S. Agustín, el palio reposa y espera una nueva levantá en la puerta del Café Paradis.
Aparecen dos "frikis" del costal. "Venga coletas, vamos a echarnos una foto con el Manolo", relajamos las formas y el rigor de la Cofradía y salen cosas como esta.
1 comentario:
Las cuatro o cinco chicotás que ya quedan se quedan para los que se quedan.
Post Scriptum O, lo que es lo mismo, como en la casa de uno, en ningún lao...
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